sábado, 20 de octubre de 2007


La invasión española al mundo andino en el siglo XVI significo la irrupción de una nueva tecnología relativa a los signos. Las fuerzas invasoras no trajeron exclusivamente arcabuces y espadas de acero, no solo la cruz y la lengua española, ni el afán de lucro ni la insania. En medio de una cultura esencialmente oral impusieron la escritura como instrumento de dominación y control.

La imprenta provoca efectos en el tejido social y mental al posibilitar la circulación de las ideas y propiciar el intercambio de opiniones. la palabra escrita produce un efecto distinto que el de la hablada. Asimismo, aumenta sustantivamente el ejercicio de lectura solitaria que reemplaza al de la lectura comunitaria, la escritura y la lectura se vuelven actividades en términos individuales. El incremento de la práctica de escritura/lectura hace que se pluralicen las interpretaciones posibles de un texto al desaparecer la ingerencia del sujeto colectivo. Este, desde la presencia oral orientaba (a través del gesto, el tono y su comentario), la interpreta en una determinada dirección.

La literatura como actividad institucionalizada surge de este conflicto entre una oralidad tradicional anterior y una escritura moderna naciente.

La publicación de estudios sobre escritura y oralidad se viene desarrollando desde la década del sesenta. En nuestra sociedad ambos aspectos se mezclan y resulta difícil separarlos. A su vez, el surgimiento de medios de comunicación de masas origina el nacimiento de una oralidad terciaria afincada en la radio, la televisión, el video, la Internet, entre otros, que permite visualizar una creciente y nueva cultura oral moderna. En este contexto, la escritura parece perder peso y cede terreno ante una oralidad de los medios de comunicación con nuevos rasgos.





Importancia de la escritura

Se dice que la escritura reemplazo al habla y trajo consigo la fijación de la palabra y asi se paso al libro; es aquí donde se da con intensidad el problema de relacion entre el habla y la escritura.

En la tradición oral y en la escritura entran en juego el olvido y la memoria. Estan ligados a la vista, al oido y al conocimiento.

Al indagar sobre las diferencias entre los pueblos con escritura y pueblos sin escritura, se observa que se acepta esta, pero no se tendria en cuenta a la escritura como criterio de la historicidad o del valor cultural. Es evidente que una traducción literal de las palabras de los pueblos que quieren escribir, tambien esa palabra tiene una significación gestual bastante pobre. Es como si se dijera que tal lengua no tiene ninguna palabra para designar la escritura y que, por lo tanto, no expresan lo que realmente se quiere decir.

Con la escritura fue posible un nuevo paso y surgio la literatura en el sentido de una nueva comprensión autonoma y permanente en materia de arte; de manera que en cualquier caso esto dio paso a una nueva epoca que ofrecio nuevas posibilidades y planteo nuevas tareas.

Hay que tener en cuenta cuando se trabaja en tradición oral el valor de verdad de los relatos, diferente del valor literario.

Comúnmente se relaciona al pensamiento magico o mitico, como propio de las sociedades llamadas primitivas; estas han sido designadas asi porque no han pasado de la fase de recolectoras y cazadoras, aunque tambien se denomina como primitivas a las sociedades que carecen de escritura, aunque hayan alcanzado un dominio tecnico apreciable.

En epocas pasadas se asumia que el pensamiento magico procede de un modo desordenado y caotico de pensamiento. ¿como podria suponerse que no llueva, por ejemplo, por que no se haya hecho el pago respectivo a los apus? Esto se trataba de cosa de tontos, de ilustrados.


La tradición oral y las variaciones

La literatura oral no es uniforme, de ahí cuando se hace referencia a mitos se conceda que sirven para ordenar la experiencia; sin embargo, establecen formas distintas de hablar y de vivir.

Es necesario tener en cuenta las variaciones de la tradición oral, no considerarla como un ente ficticio: distintas posibilidades de expresión en el discurso mítico y el reflejo de la variación cultural de la sociedad.



Transducción de la narrativa oral

El concepto de transducción fue planteado por Lubomir Dolezel para explicar un proceso doble y simultaneo de transmisión y transformación. A pesar de la existencia de posiciones contrarias que defienden una transparencia (que no hay) en el proceso traductologico, se sostiene que, por un lado, toda traducción supone un cierto grado de manipulación con un propósito determinado y un sesgo cultural que generalmente coincide con el contexto de destino y, por otro lado, toda traducción supone un proceso de reflejo de la lengua y cultura de origen. Desde esta perspectiva, acorde con nuestra realidad donde las lenguas y culturas son objeto de traducción y extirpación gradual de modo que apuntan a la desaparición, la tarea de la traducción es la resistencia y el mantenimiento de la diferencia cultural sin pretensiones hegemónicas. Luchar contra las representaciones dominantes, contra la creación de estereotipos, contra la anulación de las identidades.

Toda interpretación es transductora porque el significado original no permanece inalterable dado que es otro el contexto en el que se ancla su sentido. La tarea de pasar el significado es bastante difícil, puesto que toda traducción es reescritura que refleja una ideología que distorsiona el texto original de manera tal que no se puede garantizar la transmisión del significado y mucho menos la trasmisión del sentido.

Igual que en la recopilación oral, en la traducción sucede un fenómeno doble. Por un lado se “rescata” del olvido y aislamiento un discurso o un saber que es necesario compartir y mantener desde la perspectiva del otro y, por otra parte, se desaparece el contexto en el que ese discurso adquiere sentido así como la naturaleza creativa del discurso.

Todo receptor de la traducción recrea su propio texto y su propia representación e interpretación. Entonces, cómo se puede transmitir con garantías el significado, cómo podemos ser fieles al texto original. La respuesta es pesimista por cuanto toda traducción es un proceso descontextualizador, recontextualizador, situado, redituado y desitiado.

No es muy difícil concluir que siempre hay perdidas y ganancias en toda traducción de acuerdo a quien, de que modo, con que intenciones y con que herramientas intenta leer e interpretar el texto.


Formas de traducción

Son muchas las formas de traducción.

  • En un primer grupo tenemos:

- la integral que se da al interior de una lengua por cuanto aclara discursos oscuros llenos de jerga especializada o técnica.

- la interlingua, se da entre dos o mas lenguas y puede subdividirse en traducción literal o equivalencial en el sentido lingüístico y una traducción de sentido que obedece mas al enunciado contextual que al significado conceptual de la oración.

- la intersemiótica es una traducción entre códigos, por ejemplo, una novela escrita se pasa al cine o un poema a notas musicales.

  • En un segundo grupo tenemos:

  • la traducción degradante, producida intencionalmente o no para eliminar carga cultural. Esta traducción se evidencia, por ejemplo, en la eliminación de todos los códigos semióticos (corporales gestuales, tonales, etc.) que acompañan a un discurso oral.

  • La purificadora, que mas bien tiende a corregir, restaurar, modificar o rescatar aquello que fue intencionalmente anulado o cubierto por la lengua de destino.

  • La traducción engrandecedora que recarga de valor, desvirtuando también el texto de la lengua origen. En este último caso la traducción puede ser un acto de amor y de admiración subjetiva.


Pasos

El traductor (etnólogo, antropólogo, lingüista o literato) realiza el siguiente proceso:

  • Primero entra en contacto y luego en confianza con la cultura y los informantes.

  • Luego comprende los signos (disecciona o rompe el código y hace corresponder y familiarizar el sentido de la lengua de origen con el sentido de la lengua de destino) para después incorporar el significado y el sentido al contexto Terminal.


La traducción se articula en varios niveles.

  • El primero y fundamental es el lingüístico o de equivalencia semántica en el sentido de la traducción interlingual literal. En este nivel la traducción presupone la existencia de universales lingüísticos y también presupone la equivalencia en la percepción de los referentes. Todos sabemos que las culturas y sus integrantes perciben lo real de acuerdo a intereses y necesidades que dependen del entorno.

  • En un segundo nivel esta la traducción cultural, que funciona en un nivel de influencia reciproca entre culturas que trascienden lo propiamente lingüístico. Sin embargo, siempre hay un hueco, un grado de intraducibilidad que permite la modificación del significado.


La lengua es una forma de analizar y asimilar el universo, determina la visión del mundo del hablante. Cada lengua es en si misma una visión del mundo. Pero cada lengua crea, refleja y segmenta la realidad de un modo distinto. Desde esta perspectiva, la traducción no es posible, y solo es posible la analogía entre dos lenguas relativamente cercanas.



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